domingo, 30 de noviembre de 2014

Llueven barbas

Llueve...y yo en el sofá mirando fotos de tíos con barba, mientras podría estar haciendo algo de ejercicio, nadando; eso es lo que dice mi cabeza, pero mi cuerpo a veces va por libre y me comenta que tal vez mañana y es que mi cuerpo es todo un experto procrastinador (por qué hacer hoy, lo que puedes hacer mañana?) y nada aquí me hallo explorando, mirando, disfrutando de las miles de millones de barbas que me ofrece internet, aunque no solo hago eso (no únicamente de pan vive el hombre), tambien hojeo otras cosas interesantes y leo sobre puertas abiertas que se cierran, soledades mal toleradas, "tiritas" que ya no funcionan y de calmas reparadoras...y todo eso me da que pensar (venga allá vamos otra vez) sobre todo en la soledad, en lo mucho que nos asusta, pero lo poco que reconocemos su utilidad, porque si, la soledad es útil, una vez vencido el miedo (que he de reconocer que da mucho), porque nos ayuda a ponernos en contacto con nosotros mismos, enfrentarnos a lo que sentimos o dejamos de sentir, en definitiva, enfrentarnos a los "monstruos" (cada cuál los suyos...que en la variedad está el gusto) que habitan nuestras más profundas oscuridades. La soledad no deseada es fea, nos empuja a intentar "rellenarla" de contactos y de pieles poco "adecuados" (sólo por el momento), que lo único que consiguen es agravar ese sentimiento de desamparo, mal camino para recorrer si no estamos preparados; la soledad autoimpuesta tampoco es mucho mejor, se supone que nos hemos de retirar del mundo porque algo no funciona?, nos castigamos por algo qué supuestamente hemos hecho mal?, todo lo que implica castigo lo único que nos enseña es a tener miedo y tener miedo tampoco es la opción; en cambio, la soledad buscada con consciencia resulta reparadora, da descanso a nuestra mente y a nuestro cuerpo, sirve para llenar aquello que se ha quedado vacío y para darnos el aliento suficiente para poder seguir y para volver a dar todo aquello que nos hace únicos y especiales, sirve para recuperar nuestra esencia, aquello que a pesar de nosotros mismos gusta a los demás y que conste que gustarle al otro no es el fin, es la consecuencia de gustarnos a nosotros mismos y yo creo que estos momentos de soledad consciente sirven para reconciliarnos con quien somos y con el lugar que ocupamos de manera natural en el mundo. Tal vez este tipo de soledad no se entienda, muchas veces los silencios no se entienden, nos han enseñado a temerla y por eso buscamos la compañía de otros, aunque ello aumente nuestra sensación de soledad y esa si que me asusta, porque no hay nada peor que sentirse solo en compañía. Y así después de "filosofar" un ratico (le echaremos la culpa a la lluvia), me vuelvo a mis barbas exquisitas, porque hoy llueven barbas...esperando no perder más amigos por las cosas que escribo (me prometí no ser irónico, ainsss...pero yo sé que muchas veces no cumplo mis auto-promesas), porque no quiero quedarme SOLO. Besos, siempre besos...con chispa!!!.

domingo, 23 de noviembre de 2014

El amor despúes del amor

Me he levantado pensando que tengo el blog algo abandonado y es que hace días que no escribo, falta de tiempo, falta de ganas, pérdida de peso (sigo comiendo, pero he dejado aparcada mi natural tendencia al borrachismo), así que he decidido tirarme a la piscina y meterme en un jardín, bonitas metáforas para decir que el tema se las trae, pero quien dijo miedo?...Y hoy voy a hablar, bueno, escribir sobre el AMOR o mejor dicho del amor después del amor, me encantan mis títulos (un poco de autobombo nunca viene mal), tengo un amigo que dice que muchas veces hablo con títulos, será por mi afición, también genética, al cine o porque si algo no me llama la atención por el título ya no lo leo, que sé yo, pero me voy a centrar que estoy viendo que me disperso y esa es una forma no muy elegante de escaparse de las cosas (en términos psicológicos...deflexión, de la cual soy experto). Estoy en un proceso de duelo (nada dramático...la mayor parte del tiempo) tras haber acabado una relación de la mejor manera posible, desde el respeto y el amor y esto me ha dado que pensar (ya estamos con el run, run...esto no para nunca?), que se hace con el amor después del amor?. Nos han enseñado que cuando se acaba una relación lo "normal" es despreciar al otro, odiarlo por todo lo malo que nos ha hecho y romper sus fotos, si no quemarlas, pero eso en que lugar nos deja?, fuimos nosotros los que nos enamoramos de esa persona por lo mucho que nos gustaba y por lo bien que nos hacía sentir y ahora que ya no sentimos la chispa del amor nos tenemos que torturar por haber elegido mal otra vez?...yo creo que NO, porque aún me siguen gustando las cosas que me gustaban de mi ex (su olor, sus abrazos y nuestras conversaciones), lo que pasa es que con el tiempo descubrí otras que no me gustaban tanto (estas no pienso contarlas, chafarderillos) y estoy seguro que a él le pasó lo mismo, que aquí no es oro todo lo que reluce. Así que ya no estoy enamorado...afortunadamente nos desenamoramos del otro y si, digo afortunadamente, porque nuestros "circuitos y cañerías" no soportarían la presión de un enamoramiento perpetuo...pero sigo queriendo y mucho a esa persona que me hizo feliz durante un tiempo, corto o largo, da igual y que me enseñó muchas más cosas de mi de las que creía conocer y que me ayudó a darme cuenta de que siempre hay una persona conmigo que nunca me fallará, yo mismo y de la que me estoy enamorando cada vez más, porque si te gustas a ti mismo, tambien le gustas a los demás y que conste que esa no es la finalidad. Además el tiempo hace que solo se recuerde lo bueno del otro y lo menos bueno se va suavizando ( aunque mi cerebro es muy cabroncete y se resiste a las "suavidades", pero estamos en serias conversaciones para solucionar este tema). Y en este punto llego a la conclusión que el amor nunca desaparece, solo se transforma, puesto que al fin y al cabo, es energía y a mi la energía siempre me ha gustado y mucho más si es compartida. Más de uno se preguntará: y esa entereza? Creo que lo llaman CRECER y por supuesto tambien está la ayuda inestimable de mi terapeuta (no es un consejo, pero a más de uno y de dos les iría de p...madre), que siempre me dice que me tome las cosas con humor (ese que a veces refreno) y que el rencor nunca sienta bien, porque da mal rollo, malas vibraciones y hace que tengas la cara fea y yo de eso último no uso, es lo que tiene ser mono, no?...jejejej. Y por hoy me despido, no sin antes pedir disculpas por si algo de lo escrito pudiera molestar a alguien, que no creo, porque me ha quedado de lo más cuqui (la palabra me parece una abominación, pero se lleva y yo soy mucho de seguir la moda...o no). Mucho amor para todos y por supuesto...besos, siempre besos...con chispa!!!.