sábado, 14 de mayo de 2016

Otra tonta peli americana

Anoche vi una peliculita de esas chorras americanas para no pensar, de una chica rubia y mona que a pesar de estar en edad casadera, seguía soltera y preocupada, mucho, por la cantidad de tíos que habían pasado por su vagina (así lo expresaba en la película, aunque también se utilizaba la muy científica palabra "chichi"), 20 en total, y aquí empezó el tufillo moralista de la peli, que si ya no era buena, que si los hombres "decentes" ya no se acercarían, que si era un zorrón, y lindezas por el estilo; y a mí me dio por pensar (nooooo, alerta, horror en el salón, una peli chorra que hace pensar...la humanidad está condenada) y contar (bufff)...empece con los dedos de la mano derecha (que tan buenos ratos me hace pasar), luego los dedos de la mano izquierda, para continuar con el pie derecho y después el izquierdo y los dedos de las cuatro patas del gato (que no entendía nada ó eso creo, aunque luego lo escribe todo, traidor!) y también con todos los deditos de las manos (porque en los pies no tienen...menos mal, ufff) de mi colección de Barbies, y aquí paré, no sin cierto sonrojo, porque me dio la sensación de que las cosas que pasan en una peli hetero americana no son extrapolables al mundo gay y eso que yo NO me considero un tipo en exceso promiscuo, aunque tampoco soy una flor del desierto aún por desflorar, como pensaba mi ex "el abrefácil" (en referencia clara y nada sutil, lo confieso, a su bragueta), que creía que me había descubierto al mundo del sexo y luego se enfadaba si le contaba (porque me había preguntado) algo subido de tono que me había pasado antes de conocerlo, ainss, incongruencias de algunas gentes (se acabó mi momento "ex", que sólo era para ejemplificar).
Al final de la peli, la muchacha, con su mochila de 20 "folloamigos", encuentra el amor en el vecino macizorro de enfrente (estaba cantao), que se pasea las tres cuartas partes del metraje de la película en bolas ó en gayumbos, por su casa, por la de ella, por el rellano, por el pasamanos de la escalera, Jesús!, en fin, que poco gasto hizo el maromo en vestuario, para disfrute del espectador, eso sí (risilla nerviosa), y que poco importaba que se hubiese zumbado a más de trescientas (mira como en las Termopilas, pero en femenino), porque él era un aguerrido macho heterosexual americano y era lo que de él se esperaba...y ella tan contenta y enamorada, y un poquito zorrón, venga (¿porqué siguen aún las mujeres creyendo aquello que les conviene a algunos tíos?, porque a hombres no llegan)...y yo sin sitio en la mochila, con razón pesa tanto, madreee!!!.

Nota mental: para pensar están las películas suecas ó mejor, las danesas del Dogma (que por cierto, no soporto).

Besos, siempre besos...con chispa!!!.