¿Duele el amor?

Dicen que "si duele no es amor", pero el amor duele cuando se va, ya sea saliendo por la puerta que nosotros hemos abierto ó escapándose por la ventana que nos hubiese gustado mantener cerrada, si se tiene que ir, se irá, por mucho que nos resistamos; aunque en realidad no es el amor lo que se va, es la persona amada, la que una vez fue objeto de nuestro afecto, de nuestro amor, la que sale por esa bendita puerta ó escapa por esa maldita ventana.
El amor siempre queda, nuestra capacidad para amar siempre está ahí, intacta, aunque al principio pensemos que nunca más la utilizaremos, enterrándola bajo el insoportable peso de la pena ó del santo reproche, como dice la canción, y también quedan los recuerdos de aquello que hemos amado ó creímos amar, porque en el amor todo es incierto, todo es mentira y todo es verdad, depende del color del cristal con que se mira, y aunque duela nos hace sentir vivos y por eso siempre volvemos a por más.
Duelen los recuerdos del amor que ya no tenemos, pero duelen porque nos empeñamos en luchar contra ellos, en destruirlos, pero en cuanto los abrazamos y acogemos como algo nuestro, con ternura, como parte de nuestra construcción, es cuando el dolor remite y somos capaces de ver todo el bien que el amor nos ha hecho y nos hace, porque el amor suma y afortunadamente siempre nos hace mucho mejores, ya que al final sólo somos eso...AMOR!.

Besos, siempre besos...con chispa!.

Miedo

Abro la puerta del balcón y dejo entrar el sol, el aire y el rumor de las golondrinas, de un salto me vuelvo a la cama (para algo estoy malito), me acurruco y abro el iPad, pongo Spotify en aleatorio, y empieza a sonar "Miedo" de M-Clan: "Para empezar diré que es el final, no es un final feliz, tan sólo es un final..." y la canción desgrana triste y lentamente los miedos de alguien que ha perdido en el amor; mientras yo mentalmente, sin querer, hago una lista desordenada de mis miedos (algunos): miedo a que se me pase el arroz (literal, odio el "arròs covat"), a pasarme con la sal cuando cocino (acabo comiendo soso), a no volver a oír a esas golondrinas locas que siempre vuelven (aunque "aquellas no volverán"), a perder la cabeza (la locura me asusta, pero realmente quién es "normal"?), a no saber quien soy ó peor, a dejar de ser quien soy, a no saber querer (esto siempre esconde una trampa...que por supuesto no voy a revelar), a ponerme demasiado serio y transcendental (como ahora...me aburro de mí mismo cuando me pasa...afortunadamente poco), a no saber elegir (me da lo mismo equivocarme, aprendo mucho de ello, aunque me jode no elegir bien), a dejar que me vuelvan a romper el corazón (me molesta la gente que fuerza cerraduras), a no acertar cuando pincho una vena (de esas sabrosas y gordas), al amanecer zombi (demasiado Netflix...cierto, no me falta ni un básico) y miedo a que se me cuele algo que destiña entre la colada de mi ropa blanca (aunque luego tenga que utilizar uno de mis amores para arreglarlo...la lejía)...por lo demás, creo ser un tipo bastante valiente y audaz (el sutil detalle de la lejía lo demuestra).
La canción acaba "de no verte nunca más, de no verte nunca más...[coros] ya ni en el infierno oigo tu voz" y solo de guitarra rockera hasta el final, y empieza la siguiente que, afortunadamente, sólo invita a bailar (nada de listas tontas, ni tampoco de baile para el flojo del salón, creo que soy yo), porque está en inglés y hoy no me interesa lo que dice..."Finally" CeCe Peniston (aunque sospecho que también habla de amor, ufff...vade retro!!!).

Besos, siempre besos...con chispa!.