martes, 7 de febrero de 2012

Forever young

Hace unos dias viajando en tren, pensaba al ver pasar las estaciones en el paso inexorable del tiempo, mientras en mis oidos sonaba la canción de Alphaville...fué un pensamiento fugáz, ya se sabe, un tren, una canción y que a veces me pongo tierno...pero se fué tal como vino, quien se puede resistir a la visión del mar desde el tren?. Quien me iba a decir ahora que tendría tanto sentido y no tiene nada que ver con hacerse mayor, más que nada porque yo quiero hacerme mayor, muy mayor...tiene más que ver con el aquí y ahora, porque en un momento cambia todo y hay cosas que no podemos controlar (eso que nos gusta tanto hacer a unos cuantos...muchos). Nunca sabemos cuando será el momento del adios, hoy aquí y mañana ya no...porque todos coqueteamos alguna vez ó muchas con la Señora de la Guadaña...cuantos semaforos en rojo, atajos y calles oscuras, deportes de riesgo, comidas exóticas y aguas, aún más y tantos otros momentos de no pensar...y muchos de esos momentos que están por llegar, porque esto no se acaba aquí...aunque sintiera en mi oido un frio susurro "Hoy no, todavia no...ya volveré". Me morí un instante...y volví a nacer...no recuerdo lo que ví la primera vez (seguro que la cara de mi madre...soy tú), pero esta segunda tiene la imagen del techo de mi cocina...me encanta el techo de mi cocina!!!. Nada de ponerse triste, yo no lo estoy, todo lo contrario, es momento de celebrar...las segundas oportunidades, el descontrol controlado, de relativizar lo que era importante y ahora no lo es tanto, de mi conversión en un hombre biónico (mi petaquita os saluda) y de tantas cosas buenas de la vida, que las tiene. Ahora sólo queda disfrutar del tiempo que queda, poco ó mucho...da igual, pero a pleno pulmón y con cada latido, raro ó no, de mi corazón. Todo lo que siento ahora lo resumen unas palabras que una vez leí y que me gustaron tanto que me las quedé y que ahora comparto: "La vida es corta...rompe reglas, perdona rápido, BESA LENTO, ama de verdad, riete sin control y nunca dejes de sonreir por extraño que sea el motivo. Puede ser que la vida no sea la fiesta que esperábamos, pero en tanto estemos aquí...debemos BAILAR". Por eso y por tantas otras cosas..."Forever young". Besos, siempre besos...ya sabeís, con chispa!!!.

lunes, 6 de febrero de 2012

Del blanco al azul

Una de las mayores pesadillas de alguien que trabaja en el campo de la salud, es tener que utilizar los servicios que se prestan, pero en modo usuario, sobretodo en el ámbito hospitalarío, pasando de ser el que "manda" al que "obedece" y a tener que oir la mayoría de cosas que tú estás acostumbrado a decirle a los demás. Generalmente, los que trabajamos en esto somos los peores pacientes posibles, tanto por exceso como por defecto...saber demasiado de algo tiene sus ventajas (nadie te intenta "engañar", porque uno ya sabe lo que hay), pero tambien sus riesgos (la mayoría de veces no terminas de creerte lo que se te dice, porque estamos demasiado acostumbrados a lo politicamente correcto ó sea a no mentir, pero tampoco a decir la verdad del todo). Desde el otro lado, el lado del que espera (información, pruebas, resultados) la perspéctiva de las cosas cambia, estás en una posición de observador privilegiado, pero que no puede, ni debe participar, porque tienes que dejar hacer su trabajo a los que en la mayor parte de los casos son tus compañeros y no hay nada que más moleste que te apremien en el trabajo (a mi personal y profesionalmente no me gusta...trabajo bajo presión, gajes del oficio, pero sigue sin gustarme). Todo es cuestión de tempo, en realidad de tempos diferentes según el lugar que ocupes. Así que "postrado" en una camilla y sabiendo lo que sabes (porque el saber no ocupará lugar, pero a veces es una dura carga que llevar), a parte de mirar te interesa ver y la verdad es que se ven muchas cosas...se ve a un conjunto de PROFESIONALES (si en mayúsculas, y no soy dado al elogio fácil), muy buenos profesionales que la mayoría de las veces se ven desbordados por un número cada vez mayor de tareas (impuestas unas, autoimpuestas otras, en función del nivel de autoexigencía), pero que no descuidan nunca las necesidades del paciente, aunque este a veces se sienta un poco desamparado y/u olvidado (cada cual cree que su dolencía es la más importante). En mi caso, te enseña a valorar el trabajo que realizan tus compañeros de otros turnos, porque...si, todos tenemos la tendencía a pensar que en nuestro turno respéctivo se resuelven los problemas que otros generan...pero a vista de camilla y viviendo cada cambio de personal, cada nuevo pase de turno ó de guardía, te das cuenta que los problemas son los mismos y que todos resolvemos y generamos esos ó aquellos, ni mejor, ni peor, sino en función de los recursos de que se dispone en cada momento y situación. Al paciente, al fin y al cabo, sólo le interesa que lo atiendan y le da igual que sea por la mañana, por la tarde ó por la noche. En mi experiencía como tal (que no es la primera...pero si la primera que relato) el trato ha sido exquisito, no sólo porque todo el mundo me conoce (cosas de ser atendido en tu centro laboral) y me demuestra su aprecio (y su cariño, las más de las veces), sino porque estoy más que seguro que tod@s l@s que me han atendido, atienden por igual a cualquier paciente por más anónimo que sea. Eso si, si me dan a escoger...prefiero estar en el "bando" de los que visten de blanco, que aunque el azul es mi color, el pijama de paciente de hospital no es mi prenda favorita y además no me gusta esperar y además me cuesta obedecer y tantos otros "ademases" que los malos pacientes como yo saben seguro...soy un mal paciente porque no me quejo cuando debiera (al contrario que como enfermero) porque ó banalizo lo que me pasa ó no estoy demasiado dispuesto a hacer caso de lo que se me dice y a veces debería...el otro lado del espejo lo dejaremos por ahora para los cuentos...verdad, Alicia? Por último, vistos desde la barrera somos (tambien me incluyo) todo un ESPECTÁCULO. Salud a tod@s...y besos, siempre besos...a partir de ahora con mucha más chispa!!!