viernes, 12 de febrero de 2016

Trocitos de Instagram (2)

"Hacía calor...tropecé contigo, reímos y una cosa llevó a la otra y casi sin querer acabé deslizándome dentro de ti; sé que dolió un poco al entrar, los principios cuestan, aunque enseguida te acostumbraste a mi y empezaste a disfrutar sintiéndome tan profundamente cerca, mientras me pedías más, cada vez más, todo, y cualquier pequeña separación era intolerable, querías que mi piel fuera tu piel, tuya mi respiración y uno nuestros suspiros; pero de repente, empezamos a estar estrechos, te robaba esos suspiros y tu cuerpo protestó, respiró solo, mudó y yo caí al suelo como piel muerta, como un caparazón vacío, el dibujo de un hombre desnudo estampado en un plato, pura fragilidad, y mientras afuera...hacía calor!!!".

"Viendo la fotografía, tomada en otro lugar y en otro momento vital, he recordado mi viaje a Costa Rica y de como cambian las prioridades de las cosas, en función de la climatología; estuvimos un mes y casi llovió a diario, de esas lluvias tropicales, rápidas, abundantes y calientes, de esas que disfrutas empapándote hasta los huesos, una y otra vez. Al principio cuando buscábamos alojamiento nos interesaban las vistas, la comodidad de la cama, la ducha y la piscina, sobretodo la piscina, o sea lo normal, pero por las inclemencias del tiempo acabamos buscando como prioridad, televisión por cable, para ver CSI cada noche acompañados por el intenso repiqueteo de la lluvia en el tejado...adaptarse ó morir!. Aunque he de decir que nunca me he bañado tantas veces en hermosas y solitarias piscinas azules, frías ó calientes, a los pies de un volcán ó en costas de ensueño, bellísima Manuel Antonio, bajo torrenciales cortinas de agua, acompañadas de cientos de hojas y algún que otro pajarillo muerto, desoyendo los dictados de la prudencia, de no bañarse nunca durante una tormenta, pero es que la tentación del azul para mí siempre ha sido mayor que la prudente cordura y muy difícil de resistir, y es que mojado soy audaz y atrevido, aunque un poco inconsciente...pero con unos preciosos recuerdos azules".

"Ese punto exacto donde reposa la tibia mano después de recorrer toda la espalda, ese donde esta pierde su casto nombre, pero sin llegar más allá, justo en la frontera curva de la piel, teñida de sol y luna, que abre un sinfín de sensaciones y de posibilidades, ese lugar sólo reservado a unos pocos, aunque expuesto a la mirada de todos, capaz de despertar y desatar la furia más intensa cuando no se tiene invitación y la mayor de las lujurias cuando se abre al paso de una mano, de una boca, de un cuerpo deseado y deseoso de deseos conectados con todas y cada una de las terminaciones nerviosas de la sensible piel que lo cubre, y por lo que se siente deben ser millones, no, millones de millones, porque se nubla la vista, se erizan los sentidos y se pierde pie en turbulencias sensitivas, precursoras de placeres aún por llegar, por inundar, por arrasar mi frágil cordura, ya sin gps sensorial; pero quien necesita estar cuerdo ó saber donde está, si ahí me tocas?, bendita locura de mi piel que enferma y cura en el contacto, en las caricias, en el deseo, porque como dijo el poeta, grande: "cuando las cosas llegan a sus centros, ya no hay nada que las arranque". Así que toca, tocado, tócame, justo con gusto en ese delicioso lugar, punto exacto, cardinal y después, locos, ya se verá, que queda un mundo entero por tocar...si te atreves!".

"Me he cortado el pelo y me he arreglado la barba, bueno, para ser exacto lo he dejado en manos de un profesional, que me gusta ser radical, pero a tiempo parcial como en casi todo, que no se debe de abusar nunca de ningún radicalismo. Y mi madre me ha dicho, refrendada por un movimiento de asentimiento por parte de mi padre: "Esta vez tu primo (y mi peluquero) te ha dejado muy bien el pelo...me gusta"...ya estamos, eso es que voy peinado como dios manda, según mis padres, claro, porque de normal piensan que se me va la pinza, con "el pelo tan bonito que tienes y las cosas que te haces" y es que como mi madre siempre le dice a mi hermana: "tu hermano está haciendo de mayor las locuras que no hizo de joven" y en parte es cierto porque con 20 años era un jovencito muy cabal que con la edad se ha vuelto algo menos recto y bastante menos conveniente, pero también más libre...y total, el pelo siempre vuelve a crecer...ó no". Besos, siempre besos...con chispa!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario