sábado, 13 de febrero de 2016

Trocitos de Instagram (3)

"No sé que contar, y eso me genera desazón, y es que tengo unos días de ermitaño total, se lo escribía a un amigo que explicaba que cada vez es más difícil conversar, hablar con otro ser humano de cualquier tema, interesante o no, y es que por lo visto es más fácil follar, aunque en eso disiento, porque para follar hay que tener ganas, lo mismo que para hablar, pero en el caso de compartir fluidos siempre debería ser interesante ó al menos divertido, que hacen mucha falta las risas en el mundo y follando son lo más, me declaro super fan; así que si no es interesante mejor ni lo planteamos, que hace frío y ponerse para nada es tontería, además en el dique seco se está muy bien y no sufráis, que en este momento las pelotas de mi gato ya no corren peligro, más que nada porque no las tiene, así que toda esa energía la puedo dedicar a ser ingenioso, pero sólo a través de las letras, que hemos quedado que ando demasiado cansado para hablar y no digamos para follar, aunque en esto último podría hacer un esfuerzo, supremo, todo sea por la continuación de la especie (uy, no!, que mi especie particular empieza y acaba en mí), pero en el más completo de los silencios.
Eiii!, que esto no sirva ahora de reclamo (de llamada de atención por mi parte) para recibir cientos de llamadas para hacerme un apaño, no!, me conformo con dos ó tres a lo sumo, para no perder el toque...gracias!".

"Acabo de tener un sueño que me ha recordado que no sé jugar al fútbol, nunca supe y tampoco me importó, ni me importa ahora, era lo que comúnmente se llama "un patata" y tampoco sabía montar bien en bicicleta, no me dejaron aprender de pequeño, no fuera a ser que me hiciera daño (siempre se me ha considerado muy frágil y necesario, aunque aún no sé bien porqué); y en mi sueño alguien se reía de mí por no saber darle al balón y por supuesto me enseñaba con el ejemplo (como debe de ser) lo bien que lo hacía él, eso en realidad me pasó muchas veces y lo único que consiguió es que dejara de jugar a la pelota, porque nunca me ha gustado que se rían de mí.
En cambio, y eso también me lo ha hecho recordar el sueño y un par de fotografías que he visto por aquí acompañadas de textos que recordaban la infancia, era bueno dibujando y haciendo cosas con mis manos (siempre he sido muy de trabajos manuales), creando cosas a partir de un trozo de barro, de tela ó de plástico (me viene de mi abuela paterna, la mala, que algo bueno me tenía que dejar en herencia) y recuerdo que nunca me reía de nadie por ello, ni siquiera, ohhh, casualidades de la vida, de los niños que jugaban bien al balón, pero eran negados en pretecnología (así se llamaba en mi época la clase de plástica); tal vez fui un niño adelantado a mi época y aprendí que no hace falta ser bueno en todo, pero si uno lo es en algo tampoco hace falta que todo el mundo lo sepa, es mucho más gratificante el orgullo personal de saberlo uno mismo y si le gusta a alguien, mejor que mejor.
Qué difícil es ser niño, porque tomando prestadas unas palabras, "que grande es todo cuando eres pequeño"...y de mayor que pequeño si intentas ser demasiado grande".

"Me redespierto (porque últimamente nunca duermo del tirón), me relevanto y me miro por primera vez en el espejo, hola, cara!, pelo de punta en mil direcciones (mi madre siempre dice que lo tengo domable, será lo único), cejas despeinadas y barba alborotada cada vez más blanca, que me da más aspecto de perro que de oso, tal vez porque podría más morder que abrazar (desde que vivo sólo poca gente tiene que aguantar mi mal humor matutino, excepto el gato, pero él tampoco es que sea la alegría de la huerta por las mañanas) y de esta guisa me desnudo en el baño y me meto en la ducha caliente, aunque no demasiado, porque no soporto el calor excesivo en la piel (bueno, sí, el grifo de la ducha sufre en silencio mi mal humor) y me enjabono y con cada burbuja de jabón desaparece algo con lo que empecé a ducharme, el mal humor, el desorden capilar, el despertar cerdo (ese en el que me hubiese follado a cualquiera), los restos de mi última pesadilla, las pocas ganas de hacer lo que tengo que hacer y algún que otro rincón más y cuando cierro el grifo soy otro, limpio, nuevo, feliz, porque la higiene personal me hace feliz, soy así de básico y el día tiene otro color y otro olor...y después del momento moñas tras la ducha, modo anuncio de compresas, me visto rápido porque sino llegaré tarde y eso sí que no, aunque la cita de hoy no mole nada de nada, pero al "mal tiempo", buena cara ó al menos se intenta.
Bon dia!!!".

Besos, siempre besos...con chispa!!!.

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