sábado, 13 de febrero de 2016

Trocitos de Instagram (7)

"Todos sabemos que trabajar tiene muchos sinsabores, y si se trabaja de cara al público estos se multiplican, pero crecen de forma exponencial si ese público está en una situación de enfermedad; se han de saber encajar (por no decir aguantar) muchos malos humores, frustraciones y en ocasiones educaciones no demasiado educadas y todo ello con una sonrisa a pesar de tener a veces malos momentos personales y estando expuestos a recibir críticas e incluso reclamaciones, porque "no me gusta como me tratas" ó "como me dices las cosas", aunque te traten de la forma más déspota "porque pago tu sueldo"; la ley nos protege de las agresiones físicas, pero no de las emocionales y nosotros no podemos poner una reclamación al cliente que nos trata mal, así es el sistema...pero bueno ya está, porque este pequeño escrito no va de quejas, sino de todo lo contrario, va de lo gratificante que muchas veces es tratar con personas.
La otra noche nos pasaron el parte y una de nuestras pacientes era una venerable ancianita con demencia que se había roto la cadera y que despedía ese halo de absoluta ternura que tienen algunas personas. Me acerqué a saludarla porque llamaba a gente que no estaba y se estaba alterando, empezamos a hablar, se llamaba Isadora (como la gran Isadora Duncan, bailarina contemporánea que murió estrangulada por su propio foulard cuando este se enredó en la llanta del descapotable donde viajaba...pura tragedia y glamour) y al final de la conversación (siempre me sorprende lo cuerdos que parecen los dementes) me pidió un beso, que por supuesto le di (aunque de normal no lo hago) y que ella me devolvió diciéndome: "dale recuerdos a tu madre por la mañana", cosa que hice en cuanto vi a mi madre al día siguiente".

"Mi gato, Galiano, ronronea mientras se asea, pasa gran parte del día lavándose, creo que es su ocupación principal a parte de dormir, si lo hueles, huele como un abrigo de piel sintética, a nada, no deja ni un rincón por lavar, aunque para ello tenga que adoptar posturas imposibles propias de un contorsionista y sacude sus patas para sacar los cristales de sílice de su arena que se han quedado atrapados entre sus garras, es un gato de lo más limpio, aunque yo tenga que estar todo el día con la escoba y el recogedor en ristre porque los dichosos cristalitos aparecen en los lugares más insospechados y los pelos, los muchos pelos, que mezclados con los míos (problemas de ser dos animales peludos) se alían en bolas que ruedan por toda la casa mientras suena la banda sonora de "El bueno, el feo y el malo" y yo las persigo con mi escoba, aunque sean difíciles de atrapar...y mi gato me mira, siempre me mira, a veces raro, mi humano debe pensar y no se deja tocar, porque él tiene muy claro que no es un peluche, aunque huela a nada, como si fuera un peludo abriguito sintético...y no, yo no ronroneo".

"Uhhhmm, los besos!!!, su sabor, el calor que desprenden, la textura de las lenguas (algunas inolvidables), el contacto subiendo de intensidad, su recuerdo, mi necesidad...dulcemente pasionales, ligera y excitantemente dolorosos, impetuosos, delicados, arrebatados como un tango, robados de la comisura de los labios ó arrancados sin compasión, pero con pasión...cuando la piel pasa a ser otra cosa, cuando la piel emociona y se saborea caliente en la boca, convertida en tierna mucosa y explota a raudales, derramándose por todo el cuerpo, sensibilizando cada pedacito de nuestro ser...y en ese sublime instante dejo de pensar y me entrego al beso, porque debe encajar y porque el otro ha de sentir la entrega, que siempre es mejor si es mutua, para que se produzca la magia y encienda el deseo, deseo de más, de muchos más besos, besos jugosos, ricos, calientes, de esos difíciles de olvidar...lo único que me resisto a creer es que haya gente a la que no le gusten...los BESOS.

Me das un beso?...Mejor te lo doy yo".

"En el servicio de urgencias en el que trabajo se exige (sólo a unos cuantos) ser una enfermera/o completa, para poder atender todo tipo de situaciones emergentes, así que de vez en cuando me toca ser enfermero de ginecología entre otras muchas cosas, el problema es que de no hacerlo habitualmente soy un poco "patoso" en dicho terreno, nada que ver con preguntas como: "tú atendiendo chochetes?"...bufff...ya que no tengo ningún problema con los genitales femeninos, es más últimamente me ronda la idea por la cabeza de volver a introducirlos en mi dieta, pero eso es algo que tal vez explique ó no...si llegara el caso.
Bueno, a lo que voy, estaba yo siendo el enfermero de gine (mejor abrevio) cuando la ginecóloga me pide una cánula de Cornier, a lo que yo le digo: "perdona?", y ella amablemente me lo vuelve a repetir y yo le contesto casi sin pensar:"tú crees que con esta barba sé lo que es una cánula de C...como se llame?, y entonces ella otra vez muy amablemente me lo explica con pelos y señales, ante la mirada atenta y divertida de la paciente que estaba en el potro en una postura que me voy a reservar, por razones obvias.
Una vez informado (nunca te acostarás sin saber una cosa más), descubrimos, yo, la ginecóloga y la paciente que en urgencias no tenemos esas "misteriosas" cánulas, así que a otra cosa mariposa.
El caso se cerró con la paciente ingresada para estudiar su caso, la ginecóloga rellenando la historia médica y yo volviendo a mis quehaceres de otra clase de enfermero de urgencias, porque en la variedad está el gusto y porque pa'eso soy completo, redondo, versátil, eso sí, mi ginecóloga me dijo: "y ahora me dejas sola?"...risita maliciosa por mi parte..."tranquila doc que estaré cerca!!!".

"Tarde de domingo...y hoy quería ser malo, ese malo de bueno, muy bueno, pero no, a veces las cosas no salen como uno desea y tampoco con quien uno desea, y pensando en opciones (todas al mismo nivel de deseo), todas estaban a por lo menos 600 kms de distancia, así que mi tarde se ha pasado volando con George Clooney en Up in the air, que sepas que para mi nunca serás un paréntesis, danzando con Jennifer López y Richard Gere al son de Gotan Project en Shall we dance?, me gustó más la original japonesa, pero..., mientras Charlton Heston, en un escueto taparrabos (todo me recuerda que no he sido malo), gritaba: "sácame de encima tus sucias patas, mono asqueroso" (a mi la verdad que no me hubiese importado, pero los hay muy remilgados), en un mal momento de la evolución de la raza humana en El planeta de los simios, y todo esto teniendo esa sensación ya conocida de las tardes de domingo cuando aún no había hecho los deberes y me entraban los agobios y el apremio y al final algo quedaba por hacer y me pasaba la mañana del lunes con la cabeza gacha para que el profe no me preguntara, jooo, creo que nunca superaré las tardes de domingo, a pesar de la buena "compañía", de la mantita y el sofá y por supuesto el gato...al menos hoy no me ha entrado hambre, porque malo y guarro, eso sí que NO!!!".

Besos, siempre besos...con chispa!.

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